Pues ayer a raíz de este tema Nepundo me dió este link de un vídeo en el blog de Raúl, Málaga Texas Club, en el que se trata del tema. Phil Ivey, Jeniffer Harman, Jesucristo y compañía dicen lo típico, que uno de los grandes errores que cometen los jugadores de póquer es seguir jugando cuando van perdiendo y levantarse de la mesa cuando van ganando; no debería hacerse por las dudas que genera el ir perdiendo, el tilt y la imagen en la mesa.
Yo suelo tener sesiones cortas en general, siendo bastante indiferente si voy ganando o perdiendo (hace tiempo no era así). Tener una sesión de juego de más de dos horas es muy raro para mí, y desde luego no es lo estándar. El caso es que, por lo menos en microlímites, yo creo que el tema de la imagen en la mesa cambia bastante. Cuando juegas en niveles muy altos, puede que tus ganancias dependan de robar ciegas y de llevarte pequeños botes que no te corresponden; pero cuando juegas microlímites, más bien aspiras a que te sigan pagando con absoluta basura, tanto preflop como postflop, por lo que tener una imagen de jugador ganador puede no ser tan beneficioso. Si tus oponentes asustados dejan de hacer cold call con Q5 y de buscar sus draws a gutshot, estás haciendo un mal negocio.
Además en estos niveles, si un jugador sólido va perdiendo bastante después de unas pocas manos, lo normal es que sea porque le han ligado una serie de proyectos o jugadas absurdas que son improbables y poco rentables para los villanos a largo plazo. Pero si el villano ve que está ligando muchos colores, hará cold calls y completará ciegas con cualquier mano suitada, sin importar qué valor tenga. Y lo mismo si liga muchas escaleras en poco tiempo, seguirá pagando dos y tres apuestas de golpe para ver si le sale su gutshot. En microlímites, de todos modos, nadie va a tirar una jugada hecha: y conseguir que tiren sus draws fuera de odds no sirve de mucho. Además quieres que sigan haciendo cold call con un rango muy amplio de manos.
No es que diga que tener una imagen de ganador no pueda ser beneficioso: no vas a tirar casi nunca jugadas hechas, pero tendrás mucha ventaja cuando te quedes sólo en las ciegas, donde vas a tirar muchas manos con más valor al showdown que la tuya, y podrás atacar las ciegas con manos basura cuando normalmente no puedes hacerlo; pero en general, cuando jugadores muy loose pierden dinero, o se vuelven completamente locos o se vuelven mucho más tight, mejorando su juego sin saberlo; muchas veces tu imagen de tiburón te hará daño. Pero tener una imagen de perdedor, que nunca lleva juego o que siempre pierde la mano, y más aún, que tus rivales estén crecidos y se sientan imbatibles, puede ser una ventaja terrible en un juego de microlímites. Si uno es capaz de aguantar el tilt, yo creo que debería tender a permanecer en mesas donde su imagen ha caído en picado, porque los oponentes se crecerán y jugarán todavía peor que de costumbre, lo que nos puede dar un pico de ventaja que no es muy común. (si es que son malos ya de por sí, como en microlímites: ¡No creo que haya que seguir este consejo en niveles decentes!).
En general, no sigo una estrategia fija para levantarme de las mesas. Si tengo tilt, o me cambian todos los jugadores de golpe, me levanto y me doy un descanso. Si no, depende mucho de mis sensaciones, de si estoy aburrido, si estoy hablando demasiado por messenger (que con el soft de bossmedia es increíblemente complicado)... en general este aspecto creo que es uno de los que más tengo que planificar y mejorar, especialmente ahora que me voy a quedar solo en casa y voy a poder jugar todo lo que quiero hacerlo durante este mes (por cierto que no me está resultando nada sencillo jugar más de mil manos cada día). ¡Un saludo a todos!
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2 comentarios:
Yo simplemente me fijo una hora de finalizar, y voy jugando hasta ese momento. A parte de eso diría lo típico de quedarse todo el tiempo posible cuando haya un loco regalando dinero escandalosamente y salirse cuando en la mesa todos sean muy buenos. Y se se tienen problemas de tilt, pues levantarse al mínimo indicio de estar cagándola.
Sí, supongo que es lo típico. Yo en realidad más bien me fijo un número de manos y no una hora (al fin y al cabo es lo mismo casi), pero ya te dio que al final me suelo levantar de la mesa por los motivos más dispares, no siempre cumplo mis planes. En general me raya mucho que se me vacíen las mesas, si de pronto me quedo HU en dos mesas cierro, me doy un descanso y vuelvo luego.
Todo esto salvo que haya el típico pirado que regala el dinero. Un saludo!
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